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Ella Littwitz

Haifa, Israel
1982

The Chameleon was supposed to eat air, 2016
Jabón de aceite de oliva
25 x 25 cm

Colección del Museu d’Art Jaume Morera
Fondo Centre d’Art la Panera


Con propuestas de una factura esmerada y una poética cautivadora, Ella Littwitz explora la peligrosidad de la investigación artística y, desde una mirada crítica y disidente, somete a juicio la narración hegemónica de la historia reciente de su tierra natal, Israel, y del conflicto entre esta y Palestina. En el marco de la Biennal presenta trabajos que, haciendo uso de la arqueología y la biología, ponen en evidencia que el dominio político, económico y social que los colonos judíos ejercen sobre tierras palestinas extiende sus raíces hacia la toma de control sobre la orografía y la botánica propias del territorio ocupado y, en último término, sobre su patrimonio material e inmaterial.

Un ejemplo de ello es el cultivo de olivos y la producción de aceite de oliva, en lo que basan su subsistencia muchas familias palestinas; un árbol que históricamente se ha convertido en un rasgo identitario de la vida y la paz, del que se hace eco tanto la Biblia como el Corán. Durante los últimos cuarenta años, más de un millón de olivos de la región de Cisjordania —muchos de ellos, centenarios— han sido destruidos por las fuerzas israelíes con el objetivo de facilitar la construcción de infraestructuras, carreteras y viviendas. Además, se ha restringido la cosecha de las que quedan mediante cierres de seguridad, ataques deliberados o toques de queda. Es en este marco que Littwiz concibe The chameleon was supposed to eat air (2016), unos pies de maniquí modelados con jabón de aceite de oliva, siguiendo el método artesanal tradicional de la ciudad de Nablus, que abren la reflexión en torno a cómo se definen las identidades, y, a la vez, actúan como una reivindicación silente del vínculo de los palestinos con la tierra que habitan y el derecho a su explotación.