Actividades Música Contemporània

El Centre d’Art la Panera, como centro de reflexión alrededor de las problemáticas que genera la sociedad, inaugura con la temporada 2006 un programa dedicado a la música contemporánea.

Hace ya muchos años que empezó esto que ahora llamamos con toda normalidad música electrónica. Hemos pasado de esas primeras exhibiciones minoritarias a la omnipresencia de la música electrónica. El logro masivo, no sólo de la estética que le acompaña, sino también de las herramientas de producción y distribución de estas músicas, hace que el panorama haya cambiado radicalmente.

Actualmente, ¿en qué situación se encuentra la música electrónica? O, mejor en plural, ¿las músicas electrónicas? ¿Tiene algo que ver el tecno con la electroacústica experimental? ¿Cuál es el papel social, cultural e incluso político de las músicas electrónicas? Desde estos interrogantes, el Centre d’Art la Panera de Lleida propone Lleida Electrònica, un espacio abierto al debate y al concierto, a la reflexión y la música electrónica, a todo el mundo.

Con la participación de los músicos.

On nothing, de José Manuel Berenger. Orquestra del Caos

La Dorada, de Carlos Gómez. Orquestra del Caos

Cafarnaúm, de Xavier Maristany, musicavista

Francisco López es internacionalmente reconocido como una de las figuras de la escena de música experimental contemporánea. Su experiencia en el ámbito de la creación sonora y del trabajo con grabaciones ambientales comprende un período de 25 años, a lo largo de los cuales ha desarrollado un universo sonoro impresionante, absolutamente personal e iconoclasta, basado en una audición profunda del mundo. Destruyendo barreras entre ambientes sonoros naturales e industriales, moviéndose con pasión desde los límites de la audición ciega, profunda y trascendental, liberada de los imperativos del conocimiento y abierta a la expansión sensorial y espiritual, ha realizado centenares de conciertos, proyectos con grabaciones de campo e instalaciones sonoras en 50 países de los 5 continentes.

Su extenso catálogo de piezas sonoras (con colaboraciones en directo y en estudio con más de 100 artistas internacionales) ha sido editado por más de 140 compañías discográficas de todo el mundo y ha recibido en dos ocasiones la mención honorífica del festival Ars Electronica.

[Pedro Higueras, Estudios Sonom]

El Centre d’Art la Panera y el Teatre Municipal de l’Escorxador presentaron DOGONEfff, un mestizaje de imagen y antropología, la nueva naturaleza del siglo XXI: la virtualidad. DOGONEfff es una organización artística formada por Andrew Colquhoun y María De Marías con el objetivo de incorporar live performance y vídeo a las nuevas tecnologías de la red «streaming media».

DOGONEfff quiere llevar la red al mundo real mediante vídeo instalaciones livestream y programas experimentales de performance, al mismo tiempo que retienen y confrontan un sentimiento hacia aquello que es básicamente humano en la deshumanización de la velocidad y los nuevos sistemas de comunicación telemática.

Teatro Virtual es un programa de cinco actos. Los cuatro primeros actos están basados en Internet. En su conjunto elaboran una estructura hacia el último acto, el 5: «Imaginaciones – Taumaturgias del Ánima» que se presenta en escenario de teatro: una presentación escénica que entrelaza los conceptos de teatro y la red.

La antítesis entre alta cultura y baja cultura hoy en día se ha convertido en una síntesis. Las dos culturas se fusionan, se retroalimentan y dan nuevos frutos. La una sin la otra no se pueden entender. La alta cultura siempre ha sido una reserva de valores que se han pretendido eternos y universales; y la baja cultura siempre se ha visto como un objeto de consumo de masas y efímero.

Históricamente, el Arte se ha enmarcado en lo que llamamos alta cultura, y se ha mantenido de esta manera separada de otras disciplinas menores como la moda, el diseño y la música popular. Sin embargo, el arte, progresivamente y desde la rotura que supusieron las primeras vanguardias y su continuación en las segundas vanguardias, ha ido incorporando y recreando aspectos de la baja cultura, hasta al punto que la una sin la otra no se puede entender.

A través de los vídeos que seleccionamos queremos poner de manifiesto los vínculos y contaminaciones que existen entre las artes visuales y la música popular. Actualmente, hay toda una generación de artistas visuales que plantean esta intersección entre los dos terrenos de la creación. Todos ellos han recibido y asimilado un legado audiovisual y musical que proviene de la cultura popular, que en algunos casos puede ser igual de importante que la formación y el conocimiento académico. Se puede argumentar que la música popular está ligada a la moda y a las tendencias, y que en algunos casos puede ser efímera, hedonista y superficial, pero también es cierto que en otros casos esta música es una vía de conocimiento de los individuos y las sociedades contemporáneas. Los artistas que conforman la presente selección adoptan la música como un elemento más de su creación, en todos los casos han trabajado conjuntamente con músicos o grupos de músico dando lugar a vídeoclips o vídeocreaciones en las cuales se establece un diálogo y un transvase de información, formas y contenidos propios de cada lenguaje. Ninguno de los trabajos presentados se podría entender sin esta interconexión entre las artes visuales y la música.

Antoni Jové

En este vídeo, Ana Laura Aláez nos presenta, a partir de primeros planos, una sucesión de rostros en los que destaca su maquillaje marcadamente geométrico que se ve potenciado por los movimientos sutilmente calculados de las modelos al ritmo de la música de Silvana.

El deseo, el dolor, la seducción y la rabia, diferentes sensaciones y sentimientos se filtran a lo largo de un vídeoclip en el que el encuentro y desencuentro entre adolescentes se desarrollan entre el mundo real y el ficticio. Un mundo gobernado por los poderes de Olvido Gara y Nacho Canut.

A pesar del carácter festivo de la canción, el vídeo plantea una situación trágica: un accidente de tráfico que termina con la vida de una pareja. Astrud (Manolo y Genís) participan de este desenlace fatal, a veces como simples espectadores y otras como seres con la capacidad de devolver la vida a los difuntos.

En el año 2000 Begoña Muñoz decide ser cantante y sacar un disco. Después de un largo proceso de formación, en 2003 aparece un maxi-single (Let’s play hippies) y en 2004 el álbum We only move when something cahnges. Este mismo año, contando con la colaboración de Itziar Okariz, se realiza el vídeoclip promocional en el cual la artista es transportada a lo largo de la ciudad por un grupo de gente cada vez más numeroso.

Este vídeoclip realizado a tres manos, que combina animación digital con imagen real, transporta al grupo Ojos de Brujo a una atmósfera oriental que tiene como referente la India mediante coreografías, vestuario y símbolos. La presencia de la India en este vídeo le vincula a otros trabajos de Julia Montilla como Seduction y Heaven must send you en los que la artista se adueña de elementos estéticos y formales del cinema de Bollywood.