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- DIS. Jordi Jové
- 2019-12-28T17:00:00+01:00
- 2019-12-28T18:00:00+01:00
DIS. Jordi Jové
Desde muy pequeño, Jordi Jové dibujaba en hormas y paredes de masías con carboncillos que encontraba entre las cenizas de las hogueras que habían servido para quemar los restos de poda del invierno. También, con la ayuda de una pluma de las gallinas del corral, bien afilada con la navaja, y un dedal de tinta china, reseguía los contornos de Montmaneu, las tapias que rodean la casa solariega y la silueta del pueblo de Seròs, dominada por la iglesia barroca de Santa Maria, que observaba desde Roques de Sant Formatge o desde el Castell.
Lleida, Barcelona, el sur de Francia y recientemente China han sido los escenarios que han nutrido sus obras. Sin embargo, Seròs siempre está latente bajo sus dibujos, pinturas, acuarelas y fotografías. Es como Àger para Benet Rossell, Mont-roig del Camp para Miró o Horta de Sant Joan para Picasso. Jordi Jové siempre vuelve a los paisajes de la infancia.
Igualmente, su prolífica trayectoria está marcada por otras idas y venidas de orden estilístico: tránsitos y fluctuaciones entre la abstracción y la figuración. Una polaridad que en el contexto leridano también se dio en Leandre Cristòfol, que tanto podía plantear un ensamblaje poético y surrealista, como Nit de Lluna (1935), como tallar una escultura figurativa, como La pensativa (1936). Igualmente, Jové se entregaba al acto creativo sin complejos, unas veces cargado de referencias y préstamos (literarios, pictóricos, extraartísticos…), otras veces desde el más puro automatismo, desde el salto al vacío. Pinta sin pesares ni complejos, virtuoso en el dibujo y hábil en la aplicación del color; aparentemente hace fácil lo difícil. Aun así, sus obras no están exentas de dificultades. Desde la incertidumbre busca respuestas en el cuadro y en el papel; a veces se aproxima, otras desbarra y se precipita por el abismo de la pintura. En estos puntos críticos, recula, superpone capas, deja descansar la tela, le da una segunda o tercera oportunidad, que en ocasiones llegará y en otras se hará esperar.